Por Víctor Ávila
En la Crítica de la filosofía del derecho de Hegel, dice Karl Marx que se tiene que superar la religión, y comienza haciendo una comparativa de ésta con una droga en su multicitada frase “La religión es el opio del pueblo”, ya que, para él, la religión es la forma en que el hombre mantiene un statu quo. A partir de eso, tratamos de esclarecer 4 puntos básicos:
- La fundamentación de la crítica a la religión
- Las tareas de la Filosofía y de la Historia
- Tratar de superar la Filosofía
- Las consecuencias de esa superación: La revolución
Marx sostiene que ese es precisamente el problema, que la religión es una mentira que nosotros mismos creamos, y que lo peor es que nos la creemos; es decir nos autoengañamos a causa de nuestros miedos. En particular por el miedo a la muerte.
Entonces el autor sugiere que nuestra labor es asumir que haber planteado la falsa idea de la religión como única manera de explicar el mundo, no fue para un fin positivo desde un inicio, y que debemos superarla, porque esa también es una forma de alienación.
Dice Marx textual: “la crítica de la religión desengaña al hombre para que piense, actúe y dé forma a su realidad como hombre desengañado”, porque el hombre ha creado a Dios a su imagen y semejanza, no Dios a él; no se puede fundamentar una sociedad en ilusiones. Propone además que el hombre debe ser el “Ser Supremo del Hombre”, lo cual acredita la idea de Hegel acerca de que “Somos conciencia, y tenemos conciencia de que somos conciencia”, y que cuando eso suceda seremos libres. El pensamiento caracteriza al hombre, y ahí debe iniciarse la lucha por su emancipación.
Esto sucederá sólo si actuamos desde adentro, sabernos y asumirnos como hombres con razonamiento, porque mientras no sepas que estás inmerso en una forma de enajenación, no saldrás. Sin embargo no lo hemos logrado, seguimos alienados, y todo esto tiene un fin: Mantener un estado de cosas y justificarlo mediante la religión para mantener el control en el pueblo. La dominación del hombre por el hombre. Entonces a partir de eso, la crítica a la religión no sólo es hacia ella, sino que también se convierte en una crítica política.
2.) Para resolver eso se propone 2 tareas: La tarea Histórica, y la tarea Filosófica:
La tarea Histórica tiene 2 metas:
Desaparecer la verdad del más allá (Jenseits)
Asumirse que estamos en el presente como verdad absoluta, aquí y ahora. (Diesseits)
La tarea filosófica tiene 2 metas también:
Encontrarle una explicación a la ilusión.
Hacer conciencia de que hay ilusión, para degustar los frutos de esa crítica y con ello romper una llamada opresión. Sin embargo eso nos hace pensar: ¿De veras existe una opresión? La respuesta es que sólo hay una opresión hasta que tienes conciencia de que estás oprimido.
3.) Con Hegel se culmina en la filosofía todo proceso especulativo, descubre la autoconciencia. A la filosofía le corresponde superarse, mediante la dialéctica Hegeliana misma de tesis-antítesis-síntesis que dará como resultado nuevas tesis, que a su vez complementarán las anteriores, haciendo un ciclo continuo de superación.
Pero no superar una filosofía particular, sino en su conjunto; es decir: llevarla a la Praxis, y para lograrlo es necesario que sea crítica. La filosofía fungirá como marco teórico de toda Revolución y será el arma intelectual en la lucha de la emancipación.
4.) La revolución, entonces,será el resultado de superar a la filosofía. Pero para generar revolución, no será suficiente contar con armas intelectuales (pensamiento especulativo), también se necesitan ciertas características para que funcione: tener un ejército que esté dispuesto a dar el todo por el todo (es decir, que no le tenga miedo a la muerte, y que no tenga nada que perder). Quien necesitará jugar ese papel será el proletariado, ya que tal estamento será quien proporcione la fuerza en la lucha: es decir, será el arma real.
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