17.08 Aristóteles. La felicidad como fin último

Bitácora de Carlos Mendoza

La clase del 17 de agosto inició retomando algunos aspectos de lo visto la sesión anterior.
En primera instancia, se habló sobre Platón y la Ciudad Utópica, tema en el que la justicia y el bien tienen un papel central. Al reflexionar en torno a la alegoría de la caverna, el grupo discutió sobre por qué el individuo que logra desatarse regresa a la caverna.

Ante esta reflexión se comentó que lo hace porque posiblemente él descubre que manipula a todos dentro de dicha caverna. Sin embargo, el grupo planteó dos posibilidades que son las que Platón se refería:

a) Se da una manipulación social, o bien
b) Se da un autoengaño (el individuo se engaña ¿voluntariamente?)

Ante esta disyuntiva se señaló que Platón opta por la opción del autoengaño. Partiendo de esta perspectiva se discutió que no nos damos cuenta del autoengaño pues ignoramos “el ser”, lo que nos impide ver que sólo a través de lo inteligible el individuo tiene la posibilidad de librarse de este autoengaño.

Por otra parte, se planteó que una acción es un bien, y la conjunción de bienes nos conducen a la felicidad, pues es a lo que finalmente aspira el individuo.

En la alegoría de la caverna, Platón afirma que el bien es conocido por aquel que decide proceder sabiamente –tanto en su vida privada como pública–. Plantea así una idea de bien que es única y la misma para todos los hombres. También se comento que la búsqueda de la verdad es tan intensa dado que no se tiene y se quiere obtener.

Una vez que se señaló esto, se procedió a abordar lo planteado por Aristóteles en la Ética nicomáquea (Libro 1), texto en el que el filósofo busca establecer la naturaleza de la felicidad.
En principio, se planteó la pregunta ¿qué es la felicidad?, pero se comentó que para poder llegar a una definición de la misma es necesario saber qué es el hombre y si este hombre tiene alguna utilidad.

Para Aristóteles, la felicidad es el bien supremo, el fin último de la actividad del hombre. Este bien supremo es perfecto, acabado y se basta sí mismo, es decir, es capaz de satisfacerse por sí solo, y a ello llama felicidad. Ahora bien, la felicidad es el ejercicio de la virtud, pues es en la práctica de las virtudes que se experimenta la felicidad, y esta felicidad será perfecta sólo si la práctica de las virtudes es constante.

Sin embargo, antes de analizar qué es la felicidad, es importante tener presente que, a diferencia de Platón, para Aristóteles no es posible afirmar la existencia del “bien en sí”, la existencia de un único tipo de bien, pues así como existen diversas maneras en las que se dice el ser, así existen diversos tipos de bienes.

Se apuntó que lo que diferencia al hombre del resto de los seres vivos es la razón, pues a través de ella el individuo supone, infiere, reflexiona, deduce y actúa en consecuencia.

Asimismo, se dijo que existen tres vías o caminos para arribar a la felicidad:

  • Los placeres
  • El honor, la política
  • El conocimiento
Para ser felices son necesarios 3 tipos de bienes:

  • Externos: dinero,fama,etc.
  • Corporales: salud
  • Anímicos: desarrollo de las virtudes intelectuales
Las virtudes son los bienes del alma.

6 comentarios:

  1. Referente al tema expuesto en clase agrego que el hombre platónico es herótico (no en un sentido sexual), es conciente de que necesita algo y vive en función de su conocimiento, es decir, todo el tiempo està tratando de llenar esos vacios (digo entonces que: "siempre que queremos hacer algo, queremos hacer algo"). Ningún individuo llega a ser pleno, sin embargo, esto no representa un problema, pues es lo que le da un sentido a su vida; ¡el deseo!, esa necesidad enfermiza de llegar a conocer la verdad (que según los griegos debe ser inmutable, permanente y objetiva)por lo tanto si el fin último es la felicidad y la felicidad nos la dará el ser plenos y si sólo logramos esto conociendo una verdad inmutable, permanente y objetiva, no existe un fin último, luego no existe la felicidad como un estado permanente del hombre, entonces no podemos ser felices sino estar felices. Además que al no existir la verdad, tampoco existe lo bueno, ni lo bello pues uno necesita del otro, al faltar uno de los tres, ningúno existe, por lo tanto lo que dice Platón sólo será posible para aquellos que lleguen al Topus Uranus pues sólo ahí encontraremos una verdad con estas caracteristicas.

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  3. ¿DEBE ENTENDERSE ENTONCES QUE EL HOMBRE SÓLO LLEGARÁ A SER PLENO Y FELIZ SI CONOCE LA VERDAD? RESALTANDO ESTE PUNTO: "entonces no podemos ser felices sino estar felices"; HACIENDO UN COMENTARIO AVENTURADO CONCLUYO ESTO: EL HOMBRE ESTÁ LLENO DE VERDADES PARCIALES, NO DE VERDADES ABSOLUTAS, ESTO LLEVA A QUE SIGA EN BUSCA DE LA VERDAD, POR LO TANTO CONCUERDO CONTIGO, SI LA VIDA DEL HOMBRE ESTÁ LLENA DE VERDES PARCIALES, NO PUEDE TENER UN ESTADO PERMANENTE DE FELICIDAD SINO INSTANTES FELICES.

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  4. El argumento de Eunice y Fátima sería adecuado si dijéramos que la felicidad consiste en la posesión de la verdad... Sin embargo, hasta aquí sólo hemos aludido a la búsqueda de la verdad. Esto es, ¿por qué no colocar la felicidad en el proceso intelectual de comprensión del mundo, más que en el resultado de un sistema? De esta manera, habría que reconsiderar la distinción hecha entre ser y estar felices. Para Aristóteles no tendría sentido afirmar «estoy feliz», ya que ello implica identificar la felicidad con el placer (inmediato, carnal incluso). Aristóteles no es un puritano que reniegue del cuerpo, por así decirlo, pero el «fin» del hombre tendría que ser el despliegue de sus capacidades superiores: la razón.

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  5. Claudia Ivette Fuerte21 de agosto de 2011, 19:47

    El placer no es el mejor medio para llegar a la felicidad; ya que yo pienso que no hay justo medio y existen placeres buenos y maloS lo que puede llevar a no hacer el deber, y esto lleva a no hacer el bien; si no se hace el deber no se puede hacer el bien, que es el fin SUPREMO y medio para llegar a la felicidad

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  6. los placeres malos, que ricos son...

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