Resumen: Marx y Engels. Ideología alemana, Intr. B

Karl Marx y Friedrich Engels, La ideología alemana, Introducción, Apartado B
Resumen de Fátima Lomelí

LA BASE REAL DE LA IDEOLOGÍA. EL INTERCAMBIO Y FUERZA PRODUCTIVA

La diferencia más importante entre el trabajo físico y espiritual  es la separación de la ciudad y el campo. A lo largo de la historia se han presentado grandes contradicciones que han dado paso a la evolución de los modos de producción.

El surgimiento de las ciudades trae consigo la necesidad de una política en general. La contradicción dada entre campo-ciudad ha dado lugar a dos clases basadas en la división del trabajo y los medios de producción. En las ciudades se concentran población, medios de producción y capital.

De la contradicción campo y ciudad ha nacido una forma de organización basada en la propiedad privada. La subsistencia de esta necesita es el poder del hombre sobre el hombre. Por otra parte, trae consigo el desarrollo del capital independiente.

Durante la Edad Media, los siervos huían de los señores feudales en busca de su propia liberación. La competencia de los siervos fugitivos en las grandes ciudades, la necesidad de disponer de lugares para comerciar sus productos, los intereses de unos sobre otros y el salvaguardar el oficio aprendido con mucho esfuerzo trajeron consigo el nacimiento de los gremios.

Por otra parte, dentro de las mismas ciudades, los siervos se han encontrado con organizaciones con mayor poder. Estos se encontraban en total desventaja ante ellos y tenían que aceptar el trabajo asignado y el interés de los competidores urbanos ya agremiados. Estos individuos jamás llegarían a ser una potencia, debido a que eran absorbidos por los maestros dirigentes de los gremios. En las ciudades nació la necesidad de defender la propiedad privada y el desarrollo de los medios de producción.

Dentro del campo se movilizaron grandes insurreciones que fueron fallidas debido a la dispersión y total desorganización.

La división de trabajo que se daba en los gremios no podía desarrollarse ampliamente debido al limitado intercambio y a la poca relación con las ciudades vecinas. El capital de estas ciudades era natural, formado por la vivienda, las herramientas con las que trabajaban su oficio y por el poco comercio.

El siguiente paso que se dio en la división del trabajo contrajo un gran avance, esto fue la separación de la producción del cambio. Nació una clase especial que se dedicó al comercio. Se pretendía que las relaciones comerciales fueran más allá de lo inmediato; para esto era necesaria la existencia de los medios de comunicación, que hubiese un Estado que procurara seguridad y un grado un tanto más desarrollado en el ámbito de la política. Poco a poco, y tratando de oponerse a la nobleza, va surgiendo la clase burguesa.

Los vecinos de las grandes ciudades habían creado paulatinamente sus propias condiciones de vida hasta convertise en condiciones de clase. La burguesía se va desarrollando también dentro de sus mismas circunstancias, dando nuevas divisiones de trabajo, y fue absorbiendo poco a poco a las sociedades desposeídas o poseedoras dando así el surgimiento de una nueva clase, el proletariado. Todos estos grupos pasaron a ser parte del capital. El que las fuerzas productivas de una localidad se desarrollen o no, dependerá del intercambio.

El siguiente paso en el desarrollo es el nacimiento de la manufactura. Esto presupone ya una concentración del campo en la ciudad y del capital. Permite el desarrollo, aunque rudimentario, de las máquinas. El primer trabajo beneficiado con este avance fue el textil. Aquí se desligaron de la vieja relación social de producción que se tenía con los gremios. Ahora el nuevo vínculo entre el trabajador y el capitalista será a través del sueldo. La industria manufacturera tuvo mayor auge comercial debido al descubrimiento de América y con las nuevas rutas marítimas. Permitió la acumulación de mayor capital, creando así a la gran burguesía.

Debido a la lucha entre las grandes ciudades, nació la necesidad de la creación de los aranceles, las leyes de navegación, prohibiciones y tratados, con la finalidad de mantener su supremacía en el comercio y la manufactura. Estas últimas estaban respaldadas por los monopolios coloniales.

Cuando la burguesía se vió establecida ya como clase, surgió el comercio de dinero, aparecieron los bancos, la deuda pública, el papel moneda. Aunado a esto, la centralización del capital, del poder, la necesidad de la expansión del mercado, la propagación del comercio marítimo, la concentración de la manufactura, la necesidad de satisfacer una mayor producción y por tanto los intereses capitalistas, surgió un movimiento que transformó a la sociedad por completo y trajo consigo una nueva división de trabajo: la “revolución industrial”. El proletariado industrial, se colocó a la cabeza de esta clase arrastrando consigo al sector del campo.

LA RELACIÓN ENTRE EL ESTADO, EL DERECHO Y LA PROPIEDAD

La primera forma de propiedad fue, tanto en la Antigüedad, como en la Edad Media, la propiedad tribual. Estaba en manos del Estado y el derecho del individuo a disfrutarla como posesión es la simple posesión de la tierra. La verdadera propiedad privada empieza con la propiedad mobiliaria (la esclavitud y la comunidad).

La propiedad tribal se desarrolló pasando por la propiedad feudal de las tierras, la propiedad mobiliaria de la ciudad, el capital manufacturero y llegó a lo que hoy es el capital moderno condicionado por la industria y la competencia. La propiedad comunal se convirtió en privada y el Estado no tiene influencia sobre el desarrollo de la misma. Está regida por el comercio.
El Estado moderno depende del crédito comercial que le concede la burguesía. La burguesía en cuanto  clase se organiza y expande a nivel nacional.

Debido al desarrollo industrial y comercial se generan nuevas formas de intercambio y con ello el derecho se ha visto en la obligación de crear nuevas formas de adquirir la propiedad.
En el caso de la propiedad de la tierra, por ejemplo, no sólo basta con tener la posibilidad de poseerla, es necesario el capital para ponerla a producir.

INSTRUMENTOS DE PRODUCCIÓN Y FORMAS DE PROPIEDAD NATURALES Y CIVILIZADOS

El Estado solo existe en función de la propiedad privada. El Estado es el instrumento por el cual la clase dominante impone  sus intereses. Todas las instituciones tienen como mediador al Estado y adquieren con ello un carácter político. De ahí el supuesto de que la ley se base en la voluntad. El derecho se reduce a ley. El derecho privado se desarrolla conjuntamente con la propiedad privada que tiene como resultado la ruptura de la comunidad natural, es decir, cuando el individuo es objetivizado y puesto en una determinado relación social. La propiedad privada está basada en la voluntad del la clase dominante y así obtiene el derecho a disponer de las cosas.

Los instrumentos de producción naturales y civilizados tienen las siguientes diferencias: mientras la producción natural toma a la tierra como instrumento de producción, contempla al hombre en grupo ligados por cualquier vínculo (familia, tribu, tierra), que el intercambio se da entre productos de unos por otros, no hay división como tal del trabajo.

La gran industria han unificado todo el entorno en dos formas muy simples: la propiedad privada y el trabajo. De esta forma los individuos quedan totalmente absorbidos por la división de las actividades. La única relación que los individuos tienen con las fuerzas productivas es mediante el trabajo. Han perdido su capacidad de actividad propia.
Esta condición ha llegado demasiado lejos, por consiguiente los individuos deben apropiarse de las fuerzas de producción para poder ejercer su actividad propia. Con esto se terminaría la propiedad privada.

Los filósofos han visto como ideal el concepto de “hombre” como individuos que no se ven absorbidos por la división del trabajo. Esto se concibe como todo un proceso de desarrollo histórico, del cual el hombre es el motor de la Historia. Esto proceso se ve como autoenajenación y la inversión del mismo permite que las Historia se vea como un proceso de desarrollo en la conciencia.

De todo este planteamiento, se resume lo siguiente:
  • El desarrollo de las fuerzas productivas y medios de intercambio, bajo las relaciones existentes, sólo pueden ser causas de opresión.
  • Las condiciones bajo las que pueden desarrollarse determinadas fuerzas de producción, es a través de la dominación.
  • Todas las revoluciones anteriores  no dejaron de lado las viejas relaciones sociales de producción, es decir, prácticamente sólo cambiaron de nombre. Ahora es necesaria una revolución radical (revolución comunista), en la que se dirija contra el modo anterior, elimine la división del trabajo y las clases sociales.
  • Para llegar a la superación de las clases sociales y para tener una conciencia comunista es necesaria la transformación de los hombres, es decir, sólo a través de la praxis, es decir, de la revolución.

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